Escribe: Gretell Rebaza Araujo

El lugar de memoria (LUM), museo icónico en defensa de los derechos humanos es escenario desde el Jueves 10 de Diciembre de la exposición fotográfica “Generación Bicentenario en Marcha”, como se le denomina a los jóvenes, que participaron en las multitudinarias marchas realizadas a nivel nacional el pasado mes de Noviembre; por la defensa de la democracia contra del Gobierno golpista de Manuel Merino; así como del memorial en homenaje a los dos jóvenes Inti Sotelo y Jack Pintado, víctimas mortales asesinadas en la brutal represión policial del 14 de Noviembre.

Cabe reconocer y respaldar este homenaje cultural iconográfico, que permitirá dignificar la memoria de las víctimas de la violencia buscando justicia, así como también reconocer el derecho a la protesta; buscando perdurar los hechos históricos registrados de las masivas manifestaciones ciudadanas, en una muestra de 269 fotografías testimoniales, no sólo de fotoperiodistas profesionales sino mayoritariamente de fotos ciudadanas llegadas de diversas partes del país, así como una proyección audiovisual con imágenes donde los jóvenes “la generación bicentenario“ fue la gran protagonista, éstos jóvenes que dejaron oír su voz sin filtros y mediaciones, son el nuevo despertar de la patria, jóvenes como Inti y Jack que salieron a protestar muriendo absurdamente en manos de una policía indolente que recibió órdenes de matar del gobierno usurpador de Merino, quién ha tenido la desfachatez de intentar censurar la exposición desde la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, cuestionando al propio Ministro de Cultura y a la Embajada de España auspiciador del evento, buscando silenciar una actividad que para él constituye una amenaza, los hechos brutales que constan en fotografías, y testimonios son pruebas irrefutables, que servirán para sancionar a los culpables Merino, Flórez Aráoz y la cadena de mando policial involucrada.

Hemos sido testigos de un hito histórico que todos recordaremos, con una “generación bicentenario”, que no permitió que éste Congreso desmedre sus derechos democráticos, cayéndose a un Presidente usurpador, que le han enrostrado a la élite política su ceguera y egoísmo, que alzaron su voz en un grito de hartazgo contra una clase política corrupta y convenida, los que manifestaron su rabia ante el abuso de poder, son los que no quisieron se les hipoteque su futuro, que no se dejaron robar sus sueños, los que desplegaron creatividad y coraje, los que no descansarán hasta que llegue la justicia para Inti y Jack que merecen todo homenaje y respeto, así como también quiénes fueron gravemente heridos, justicia que la tendrán cuando verdaderamente haya sanciones para los asesinos. En una democracia, ninguno de estos crímenes debe quedar en la impunidad.

Nos ha dejado enormes lecciones la generación bicentenario, por ello la reflexión de que éstos hechos históricos sirvan para conservar la memoria de Inti y Bryan héroes de la democracia, es exigiendo respuesta de quiénes están en el poder, no pueden quedar en el olvido; así como la participación cívica de miles de ciudadanos de todo el Perú, debe servir como aprendizaje para la búsqueda de una sociedad más justa y de mejor convivencia que permita que lo ocurrido no se vuelva a repetir.