Por: Eco. Gretell Rebaza Araujo

La “vacancia presidencial”, fue puesta en el escenario político por la ultraderecha y sus aliados del poder fáctico desde el primer día en que el Presidente Pedro Castillo asumió el mando; pues nunca asumieron su derrota electoral. Desde entonces viene siendo mal utilizada por sus opositores cada vez que no les gusta o no les parece algo del gobierno; todo esto con la complicidad de la gran prensa que comparte una feroz aversión contra Castillo, escudados en un “periodismo crítico” alientan la vacancia como algo normal, con el objetivo de impregnarlo en el imaginario popular; como si fuera poca cosa destituir a un presidente de la República, cuando la figura de la vacancia es de carácter excepcional según lo estipulado en la Constitución que éstos falsos demócratas dicen defender.

En ese sentido las fuerzas golpistas, pusieron en marcha un plan para deslegitimar al presidente y allanar el camino a la vacancia. Desde esa lógica empezó una crítica demoledora al accionar del Gobierno desde el Congreso, no cesaron en sus maniobras obstruccionistas y golpistas como interpelaciones, censuras a ministros y aprobar leyes inconstitucionales en su contra; hasta la presentación de la moción de vacancia en donde los siete puntos considerados carecen de fundamento constitucional y jurídico, según los especialistas y responden más bien a motivaciones políticas o ideológicas. Antes del 2017 en el Gobierno de PPK ni siquiera se mencionaba a pesar de tener a presidentes involucrados en graves denuncias de corrupción caso Toledo, Alan García, Ollantay, quién la pone en el escenario es Keiko Fujimori cada vez que pierde una elección. Si el Presidente Castillo es denunciado por una de las causales presentadas, debería ser procesado a través de un juicio político, no por la figura de la vacancia pues esto es inconstitucional.

Siendo recusable además, que las bancadas impulsoras de la vacancia como Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País, argumenten “incapacidad moral ” del Presidente cuando sus líderes y algunos de sus integrantes no tienen autoridad moral para hablar de ello; además de no tener legitimidad pues son tres de las cuatro bancadas parlamentarias con mayor rechazo de la ciudadanía, con 71 %, 63 % y 61 %, respectivamente en un Congreso que el 75% de la población no lo aprueba. La figura de “incapacidad moral permanente” es un concepto amplio y bastante subjetivo; por lo cual ha venido siendo manipulada según fines políticos o intereses subalternos. No se puede destituir a un presidente por “cuestionamientos o errores cometidos “, la vacancia no es una sanción. Aprobemos o desaprobemos al presidente fue elegido por el voto popular por cinco años y eso debe respetarse en un régimen presidencialista como el nuestro, no se puede estar cambiado presidente cada vez que a los congresistas se les ocurra sin importarles el daño a la institucionalidad, y la democracia con graves consecuencias para el país.

Ciertamente el entramado presentado mediáticamente acerca de las reuniones “secretas” de Castillo en su domicilio de Breña, no es un hecho fortuito, corresponde a un reglaje planificado de un medio de prensa para todos conocido, que hizo campaña abiertamente por Keyko Fujimori, acusada de corrupción, sin embargo no contó con ese grado de prolijidad de su parte. Esto no quiere decir que no se investiguen los hechos que podrían constituir delito, o infracciones administrativas, pero esto tiene que canalizarse como corresponde por la Fiscalía, las investigaciones deben realizarse con la mayor transparencia y rigurosidad y de encontrarse responsabilidades sancionarse venga de donde venga, siempre estaremos combatiendo la corrupción, pero esto no justifica un aprovechamiento para una vacancia por parte de la ultraderecha que acusa y sanciona anticipadamente; ni tampoco de las fuerzas de la derecha que dicen apostar por la gobernabilidad y la institucionalidad democrática sin embargo hacen todo lo contrario en validar una salida golpista encubierta de vacancia que nos llevaría a una mayor crisis política, económica y social.

La situación del gobierno es de jaque, porque se ha debilitado la posición del Presidente; el ruido político desencadenado por la gran prensa aliada de una derecha beligerante ha llevado a prejuzgar los hechos antes de investigar en un sector de la población, buscando convertir la acumulación del descontento contra Castillo a favor de la vacancia, acentuando la polarización político-social. La ultraderecha impulsora de la vacancia al parecer ya lograron los 52 votos para obligar al presidente Castillo asistir al Congreso, sin embargo lo que les importa para concretizar su plan golpista es obtener los 87 votos, por lo que vienen haciendo hasta lo imposible para lograrlo, quieren destituirlo con la fuerza de los votos sin razones que justifiquen el uso de esta figura de la vacancia, sus apetitos de poder no pararían incluso si lo lograrán, si no cuando también hagan lo mismo con la vicepresidenta Dina Boularte, como ya lo adelantó el golpista Montoya. No les importa para nada el país tan sólo sus propios intereses.

El Presidente Castillo ha deslindado de los cuestionamientos, le corresponde ahora realizar las enmiendas necesarias ante las falencias o errores cometidos, dando una respuesta a lo que demanda la población con total transparencia que le permita fortalecer su mandato, llevando a cumplir con los cambios prometidos; entendiendo que la ofensiva de la derecha no es sólo contra el Presidente y su gobierno, también es contra la democracia y contra la voluntad popular por lo que es muy importante que todos los ciudadanos, sectores y fuerzas políticas democráticas, nos mantengamos firmes rechazando esta amenaza golpista en curso.