Por: Gretell Rebaza Araujo.

El Congreso atestó un duro golpe a la reforma universitaria, al aprobar en primera votación, el dictamen que elimina la participación de profesionales elegidos por concurso público en la conformación de la SUNEDU para retornar a un sistema similar al de la extinta Asociación Nacional de Rectores, con el pretexto de “ restablecer la autonomía Universitaria”, lo que significa un retroceso importante para el sistema universitario dirigido por SUNEDU, que buscaba dotar de un mínimo estándar de calidad a las universidades peruanas.

Fueron 69 congresistas que votaron a favor, demostrando una vez más que utilizan la política para favorecer a intereses particulares por encima de los intereses nacionales, no olvidemos que en los últimos años han sido varios los intentos por traerse abajo la reforma universitaria, por parte de poder económico que se esconde detrás del “negocio” de la educación; que tienen como prioridad defender sus bolsillos a través de sus representantes en las bancadas en el Congreso, muchos de ellos con conflicto de intereses como Pepe Luna Gálvez, que es el caso más conocido de las universidades con licenciamiento denegada quién votó a favor.

También la coalición de la derecha que votaron en bloque como Renovación Popular y Fuerza Popular, la mayoría de Avanza País, Acción Popular, Somos Perú, Podemos Perú y los supuestos radicales Waldemar Cerrón, Guido Bellido Edgar Tello de Perú Libre que no les importó votar junto al fujimorismo ¿ Que creerán que están haciendo? ¿No se dan cuenta que quienes salen ganando son los “mercaderes” de la educación; todo indica que también se están ganado “alguito”.

No es cierto que se ha venido vulnerando la autonomía universitaria, tampoco es cierto que eso le dará “autonomía y pluralidad” ante los gobiernos de turno, como sustenta Esdras Medina (RP), presidente de la comisión de Educación, quien también es uno de los autores del dictamen, pues según la ley Universitaria el Consejo Directivo es elegido por concurso público,

Con la nueva norma la conformación del Consejo Directivo de la SUNEDU tendrá a dos representantes de las universidades públicas y uno de privadas, elegidos por los rectores, lo cual serían jueces y parte. A éstos se sumarán representantes del Concytec, Sineace, el Minedu y del Consejo Nacional de Decanos de los Colegios Profesionales del Perú. Los siete miembros, en total, elegirán al superintendente. Hasta la Unesco se ha manifestado en contra ”Los supervisados no pueden elegir a sus supervisores. No ocurre en ningún país de América Latina”.

Según la SUNEDU las universidades en el país mueven 27 mil millones de soles anuales, de eso 5 mil millones va a las públicas y la gran parte un 80% corresponde a las universidades privadas, donde algunas de ellas hacían plata fácil a montones, pues en vez de invertir en las condiciones de calidad exigidas por la SUNEDU, prefieren tener ingentes ganancias, la rentabilidad es alta para éstas universidades “bamba” en desmedro de la calidad enseñanza universitaria, de llegarse aprobar en segunda votación, éstas universidades “bamba” tendrán la puerta abierta para abrir nuevamente fachadas falsas como Telesup. Este dictamen también debilita a la SUNEDU porque elimina el rol rector del Minedu en el aseguramiento de la calidad ya que ordena que la SUNEDU solo licencie a las universidades y filiales: ya no podrá hacerlo en facultades, escuelas o carreras, como ya ocurre.

Una pésima señal es que el Gobierno no observará la contrarreforma, según lo dicho por el estrenado premier Valer, si no lo hacen, quedará claro cuál es su posición. El gran mensaje que se les está dejando a las familias y a los jóvenes, es que el Estado no les asegurar velar por la calidad educativa de la universidad peruana, la educación es un derecho y no un privilegio.