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EL DISFRAZ DEMOCRÁTICO DETRÁS DE LA TREGUA

Publicado: 2022-02-18

Por: Gretell Rebaza Araujo.

En conferencia de prensa la Presidenta del Congreso María del Carmen Alva junto a los voceros de las bancadas de derecha, además del vocero de Perú Libre, sorprendentemente se “extendieron una rama de olivo”. Todo esto cuando la crisis política entre el Congreso y Ejecutivo parecía tomar mayores dimensiones, al entrar a una nueva etapa de acusaciones mutuas, y una serie de mociones, luego de la denuncia periodística sobre una reunión sostenida por la Presidenta del Congreso junto a un grupo de congresistas de derecha, para concretar la vacancia del presidente Pedro Castillo.

Atrás quedó el tono altisonante y confrontacional de María del Carmen Alva, quién con un libreto conciliador llamó al “diálogo y la concertación” al Ejecutivo; lo más insólito fue el pedido de Jorge Montoya a una tregua entre ambos poderes. Pero lo que más llamó la atención fue Waldemar Cerrón quién pidió terminar con los enfrentamientos, al decir “dejémonos estos dimes y diretes, de mociones y censuras, que podemos retirarlas, mientras no existan interpelaciones y nos den el voto de confianza”. Es decir deponer sus denuncias a cambio de una contraparte. Vergonzoso. Un abrazo entre Alva y Cerrón selló la “conciliación” hasta posaron para la foto junto a los demás legisladores presentes.

Todo esto dentro de un clima político cargado de una tensión alimentada por una secuencia de acciones impulsadas desde el Congreso por la derecha y la ultraderecha que se aferran al poder y han cuestionado la permanencia del Gobierno desde un inicio, que han persistido en su objetivo de acabar con la presidencia de Castillo y con todas sus promesas de cambio sea través de la vacancia, de maniobras golpistas o llevándolo a un proceso de derechización. Su amenaza sigue latente, si no lo han logrado es porque no hay los votos.

En ese sentido, no podemos creer que este cambio sea genuino, que de un momento a otro se pase del plano confrontacional a una voluntad política de “concertación y diálogo” para acordar una agenda país, que sería sintonizar con las demandas de la población, si fuera real. Lo que creemos es que se trata de un disfraz democrático que esconde intereses particulares de por medio, que no sabemos hasta donde llegan y cuánto pueden durar.

Lo curioso es que esto ocurre precisamente en momentos en que existe una denuncia constitucional en contra de la Presidenta del Congreso, y otros congresistas por infracciones contra la Constitución y por presuntos delitos de organización criminal interpuesta por la ministra y parlamentaria Betsy Chávez.

Sobre ese tema, tampoco es creíble lo dicho por María del Carmen Alva que se reunieron por que les preocupa “ver cómo sacar adelante al Perú”, cuando sabemos que todo este tiempo ha sido el Congreso uno de los principales actores que ha contribuido con la crisis política, sin importarles los intereses del país. No podemos creerle a la Sra Alva, cuando en la misma conferencia le miente al país, al decir que la Alcaldesa de Ocoña, le pidió disculpas por el incidente entre ellas, y ésta más tarde la desmiente.

No se puede confiar en Waldemar Cerrón, cuando son reiteradas veces esas actitudes incondicionales a la derecha, como el blindaje de su parte a Montoya, o las peligrosas coincidencias al apoyar contrarreformas como la educativa y la de transporte. ¿Se puede negociar con conspiradores y golpistas?

Como se explica que el premier Aníbal Torres, aparece en igual modo conciliador ofreciendo disculpas a los congresistas “ por las expresiones que haya manifestado en el fragor de esta contienda”, entonces donde quedó que un día antes los acusó de tener un plan golpista, detallando en el tiempo todas sus maniobras contra el Ejecutivo. Para terminar concluyendo “ Ya todo queda superado con lo expresado por la presidenta del Congreso” .

¿Qué pasó? ¿Cómo explicar este cambio? ¿Qué hay detrás de esto?

Para responder a estas preguntas, es necesario considerar que por el lado del Congreso, el principal obstáculo que hasta el momento encuentra la derecha golpista, es que en la mayoría de la población se ha instalado un nuevo sentido común de cuestionamiento a la clase política, que es “que se vayan todos”, según las encuestas existe un amplio consenso de un 75% de la población. Esto puede haya determinado que prime su interés por la supervivencia por el momento; dejando temporalmente su amenaza de la vacancia presidencial.

Otro factor es que se buscaría por parte de la derecha golpista, hacer se olvidé la reunión conspirativa , y se retiren todas las denuncias constitucionales contra María del Carmen Alva y los otros congresistas por el mismo causal; como es sabido éstas denuncias se notifican al Ministerio Público y pueden llegar a la vía penal. Esto podría traer serias consecuencias, por ello la propia Alva le pidió en forma “cordial “ a la congresista y ministra Chávez retire las denuncias, lo mismo hizo el premier Torres.

Por el otro lado, los intereses personales del cerronismo que están por encima de un Proyecto País, quienes se presentaron como radicales para impulsar el cambio que el pueblo venia exigiendo. No dudan en canjear las banderas de cambio por la venia de la derecha, lo que le interesa al cerronismo es que le aseguran el mantenimiento de su cuota de poder, demostrado notoriamente en el cuarto gabinete con ministros seriamente cuestionados como el de Salud, Energía y Minas, Transporte, Justicia.

Así también, la debilidad del Gobierno al caer en la improvisación, las “metidas de pata” reiteradas en los nombramientos, apoyándose en un partido precario como PL, sin cuadros técnicos y cuestionados, descartando la posibilidad de convocar a las otras fuerzas de orientación de izquierda y progresistas que le ayuden a ejecutar los cambios contenidos en el Plan Bicentenario, que podría darle mayor apoyo político y social.

La estrategia del gobierno, en lo que le resta, consiste en asegurar su supervivencia ante la amenaza vacadora. No entendiendo que para enfrentar este peligro era fundamental conservar la confianza depositada por el pueblo en el gobierno que eligió y eso pasaba por cumplir con las promesas de cambio desde las más urgentes hasta las de fondo como una nueva Constitución y la lucha contra la corrupción caiga quién caiga.

El gobierno de Castillo prácticamente se ha cerrado a la posibilidad de aplicar reformas sociales importantes que significaba el cambio prometido. De no rectificarse, el pueblo se movilizará demandando en las calles a Pedro Castillo que cumpla con su compromiso de luchar por esos cambios, a la vez que enfrentara los planes golpistas de la derecha.


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VISIÓN CIUDADANA

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