Por: Gretell Rebaza Araujo.

Este Lunes 28, exactamente a ocho meses cumplidos del gobierno del Presidente Pedro Castillo, enfrentará un segundo intento de vacancia; una vez más promovido por las fuerzas de ultraderecha del Congreso; quienes desde un inicio cuestionaron su continuidad en el cargo, al no lograr su objetivo de desconocer los resultados electorales, desde entonces no ha cesado en sus intentos de vacar a Castillo. Lograrán su objetivo está vez?

Muy probable que no, para vacar a un presidente se requieren 87 votos, y hasta el momento los “vacadores” no han alcanzado los votos necesarios. Al parecer la clase política no escarmienta e insiste en usar un instrumento extremo contemplado en la Constitución como es la vacancia, que ha permitido que tengamos 5 presidentes en los últimos años. La moción presentada califica al Presidente Castillo de 'incapaz moral “ bajo 20 argumentos que van desde algunos absurdos hasta los más serios como las investigaciones que la Fiscalía abierto a personajes de su entorno por indicios de presuntos actos corrupción; aunque las indagaciones, se desprenden en su mayoría de denuncias de la prensa y en relatos de la lobista Karelim López, todavía no son corroborados. También se consideran los errores cometidos por el Presidente Castillo en la administración de su Gobierno, que han sido muy bien aprovechados por la oposición.

Sin embargo el Presidente Pedro Castillo llega a éste segundo intento de vacancia muy debilitado a diferencia de noviembre del 2021, cuando se enfrentó al primer pedido de vacancia, que fue desestimada. Según la última encuesta IEP un 51% de la población aprueba la medida. Pero también en caso de que esto suceda, el 80% de personas encuestadas consideran que lo más conveniente para el país sería convocar nuevas elecciones generales. Es decir la institucionalidad democrática está también debilitada.

Que llevó a Pedro Castillo a que se encuentre en ésta situación?

Cuando fue él quien llegó al Gobierno, representando el profundo descontento social de la mayoría del país y la esperanza de un cambio para millones de familias. Es cierto que desde un inicio su Gobierno se ha mantenido en permanente tensión; por la amenaza de la ultraderecha Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País que desde el Congreso implementaban maniobras golpistas generando una marcada confrontación entre ambos poderes generando una crisis de inestabilidad al país. Pero para enfrentar ese peligro era fundamental conservar la confianza depositada por el pueblo en el gobierno que eligió.

Sin embargo han sido sus propios errores y cuestionadas decisiones que ha tomado el presidente Castillo, para tener una desaprobación creciente ante la ciudadanía. Como mantener ministros con graves cuestionamientos como el de Salud, Transportes, Energía y Minas tan sólo por ser “la cuota” de Cerrón; o haber dado concesiones a sectores de la derecha (AP,PP, APP, SP), por su necesidad de supervivencia; dejando de lado su promesa de ejercer una política de transformación del país y ha optado por el continuismo, abandonando reformas desde las más urgentes hasta las de fondo entre ellas la reforma tributaria, la reforma agraria dando prioridad al pequeño agricultor, la lucha contra la corrupción venga de donde venga y una nueva Constitución.

A esto se suma sus reiterados silencios y su poca claridad en deslindar con los personajes que lo involucran en presuntos actos de corrupción, lo cual es contrario a su discurso anticorrupción. El presidente Castillo hasta ahora ha negado los hechos de forma muy general sin dar mayores explicaciones, limitándose a decir que son “especulaciones”, incluso acusó a la Fiscalía de un “complot” en su contra. Esto ha generado desconfianza en un amplio sector de la población que exigen acciones contra la corrupción e impunidad. Por eso se espera con mucha expectativa que lo que diga en el Congreso, sea con mucha transparencia.

Sin embargo nada justifica el aprovechamiento político de la ultraderecha congresal que en sus afanes golpistas pretenden vacar a un presidente legítimamente elegido, enarbolando una lucha anticorrupción que no tiene nada de verosímil, pues mide con diferente vara a los suyos. Además que ninguno de los argumentos mencionado constituye casual de vacancia por “incapacidad moral permanente “ establecido en el art 113 de la Constitución. Como lo ha dicho la Comisión Internacional de Derechos Humanos de la OEA, que ha mostrado su preocupación señalando que “la vacancia presidencial por incapacidad moral permanente carece de definición objetiva y la misma tampoco ha sido interpretada por el Tribunal Constitucional de Perú

Si bien es casi un hecho, que la vacancia no se dará porque Castillo cuenta con un respaldo de por lo menos 44 congresistas a favor, este clima de incertidumbre política desestabiliza una vez más al país en un corto periodo de gobierno siendo los más perjudicados la gran mayoría de peruanos que tienen necesidades urgentes que requieren ser resueltas cuanto antes. Los intereses particulares de estas fuerzas muy disímiles Congreso y Ejecutivo deben ser denunciadas y combatidas pues estos no pueden estar por encima del país.

Si bien como demócratas consideramos que Castillo debe continuar como presidente. Debemos exigir de explicaciones claras al país, y demuestre firmemente su deslinde con la corrupción. Asimismo que la Fiscalía actué con rigurosidad y transparencia caiga quien caiga. Además cumpla su compromiso de cambio para que el Estado pueda garantizar los derechos básicos de la población e impulsar el desarrollo económico general con justicia social. De lo contrario el malestar ciudadano crecerá y será la movilización popular quién se lo demande y sancione.