Por: Gretell Rebaza Araujo.

Son muchas las razones porque los peruanos no nos sentimos representados por éste Congreso, no sólo ha sido obstruccionista con el gobierno, ha condecorado a corruptos como “héroes”, sino lo peor de todo es que su gestión legislativa en vez de servir al interés general, ha destacado por leyes que defienden intereses subalternos, como las contrarreformas nefastas contra la educación aprobadas éste fin de semana. Esto nos muestra una clase política sin valores, principios y deberes que no garantiza el profesionalismo y la eficacia, que debe existir en el ejercicio de la función pública para promover y proteger los derechos de la ciudadanía en general.

El Congreso no sólo se trajo abajo de un plomazo el trabajo realizado a favor de la educación universitaria de calidad por la SUNEDU, sino también arremetió contra la educación básica, al restar autonomía al Ministerio de Educación acerca de la educación sexual integral y el enfoque de género en el currículo estudiantil; lo que denota una desconexión con los objetivos centrales del país. Todo esto significaría un retroceso importante para el sistema educativo peruano.

La contrarreforma aprobada con 68 votos a favor, so pretexto de “ restablecer la autonomía Universitaria”, lo más vergonzoso es la alianza del ala cerronista de Perú Libre (20 votos) con las bancadas de la derecha que votaron en bloque como Renovación Popular, Fuerza Popular, Acción Popular, la mayoría de Avanza País, Podemos Perú, APP, que nos deja en claro quiénes utilizan la política para favorecer a intereses particulares por encima de los intereses nacionales, valiéndose de todo tipo de maniobras como argumentar falsedades como que la SUNEDU ha venido vulnerando la autonomía universitaria, la misma que está garantizada ampliamente por la Ley Universitaria.

Lo que cierto y no lo dicen es que muchos de los congresistas que votaron a favor tienen conflicto de intereses; al ser egresados de universidades con licenciamiento denegada, o son lobbies de los mercaderes de la educación; que tienen como prioridad defender sus bolsillos, no olvidemos que en los últimos años han sido varios los intentos por traerse abajo la reforma universitaria, por parte de poder económico que se esconde detrás del “negocio” de la educación de las universidades “bamba” que prefieren tener ingentes ganancias, en desmedro de la calidad de enseñanza universitaria.

Esta nueva ley elimina el rol rector del Ministerio de Educación en el aseguramiento de la calidad de la educación universitaria a través de políticas públicas, debilitando a la SUNEDU ya que ordena no pueda licenciar facultades, escuelas o carreras profesionales, como en la actualidad. Además modifica la conformación del Consejo Directivo de la SUNEDU, eliminando la participación de profesionales elegidos por concurso público para restituir el poder a los rectores de las universidades del país, al ser parte del comité examinador de las universidades evaluadas, un sistema similar al de la extinta Asociación Nacional de Rectores. Es decir los rectores de las universidades serán “juez y parte” lo que deja la puerta abierta para que puedan otorgar licenciamientos las universidades de “fachada” y reabrir nuevamente, entre otras prebendas que les beneficie sólo a ellos o estafando a miles de estudiantes.

La otra contrarreforma que atenta contra la educación básica, es la que le resta autonomía al Ministerio de Educación al intentar eliminar del currículo estudiantil la educación sexual integral y el enfoque de género impulsando la intervención obligatoria de los padres de familia en la realización de los materiales educativos, lo cual es grave porque éstos responden a políticas de Estado y no pueden responder a criterios conservadores o religiosos, a la vez que éstos pueden negar igualdad de derechos, que se hace imprescindible en una sociedad machista como la nuestra. Además, establece sanciones para los funcionarios del sector educativo que no cumplan con los principios que establece esta ley, como el “pleno respeto de la libertad religiosa o convicciones morales de los educandos y los padres. Todo esto representa un grave retroceso, en lo avanzado en la educación los últimos15 años

El gran mensaje que se les está dejando a las familias y a los jóvenes, es que el Estado no les asegura velar por la calidad educativa de la universidad peruana, que la formación del alumno vale poco o nada, para nuestros congresistas, que no les importa volver a la situación caótica que vivía antes la educación superior. Que no se tiene en cuenta que la educación es un derecho y no un privilegio, que velar por la igualdad de los derechos tanto de hombres y mujeres se hace necesario desde la educación básica y eso no pasa cuando priman ideas trasnochadas.